Mi alma, la tuya.


Las nubes escribieron sobre el viento
Tu nombre junto al mío, enredados,
Deteniendo la distancia, el tiempo;
Fue el instante en que los sueños despertaron.

No habríamos descubierto nada,
Si hubiésemos seguido adormecidos;
Si no hubiésemos destapado el alma
Ni hubiésemos teñido el aire con suspiros.

Entonces fue todo cierto,
Cada mirada, cada sonrisa, cada “te amo”,
Fue, casi tan fugaz como aquel sueño,
Pero aun puedo recordar cada roce de tus manos.

Y repaso cada espacio de tu piel
Con los ojos cerrados y abiertos los sentidos.
Recorriendo cada tramo que, sin ver,
Se funde con mi alma y aumenta los latidos.

Dije mi alma, y al pronunciarlo,
Sin duda alguna mentí.
Mi alma ya no es mi alma,
Ese rincón de mi misma ahora te pertenece a ti.

Si alguna vez me aborreces, o tu corazón me olvida,
El alma mía que es tuya, no me la devuelvas,
Pues es peor vivir muriendo con el alma herida
Que morir en vida, pero sin tenerla.

1 comentarios:

Minerva dijo...

Hola!

La palabra amor me ha traído hasta aquí, tu blog esta muy lindo, y tus palabras son bellas, todo lo que escribes me gustó mucho.

SALUDOS!