Quiero que se busquen nuestros cuerpos
en cada beso,
en cada caricia,
en cada respiración.
quiero probar el exceso,
la lujuria, la avaricia
de nuestra imaginación.
Quiero quedarme a solas con tus manos,
recorriendo cada parte,
cada sentido,
cada rincón.
Las mias tienen tanto para darte...
cada sueño concebido,
cada sensación.
Y así, encrespados de placer,
en ese intenso deseo que nos aprieta;
cubiertos de la fuente en la que beber,
y alcanzados por una locura inquieta.
Avivando cada vez más el paisaje,
que destapa poco a poco nuestro velo.
Sintiendo una calma austera y salvaje,
que nos descubre completamente el cielo.
Quiero darme el capricho de tenerte,
de consumir tu cuerpo con mi boca;
quiero tocarte, escucharte, saberte...
Quiero volverte y que me vuelvas loca.