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Cuando el río va entonando
su melodía embelesada
y las ramas del árbol añejo
tocan el agua, suave como la seda,
fresca como una noche de abril.
Es en ese instante
cuando me acuerdo de ti.
Cuando sopla el viento cansado
que arrebata las palabras
hacia otra dirección,
y callan mientras se gritan
y gritan cuando se callan,
y no se quiere dormir.
En ese instante
también me acuerdo de ti.
Cuando en noches veraniegas
cantan en los pozos ranas,
en los arboles cigarras,
y hay esparcido en las calles
un embrujo embriagador.
El trino de los pájaros, el aroma a jazmín...
En ese instante,
más me acuerdo de ti.
Cuando las estrellas
brillan más de lo debido.
Cuando la luna parece querer hablar,
cuando bajan las nubes y casi te tocan,
cuando susurra a lo lejos el mar.
Cuando todo está en calma,
o el cielo decide crujir.
Cuando en un recuerdo de entonces
que no está muy lejos de aquí,
aparezca la sombra de alguien
que hoy, como siempre,
se está acordando de ti.