Tengo tiempo para olvidarte, y sin embargo, no puedo,
y mientras se acaba el tiempo y creo que te he olvidado.
Comienzo a recordarte como a un amor nuevo,
que imagina en el futuro secuencias del pasado.
Sé que se duermen mis manos soñando tu piel,
y se estremecen mis labios imaginando tu boca.
Sé que mi cuerpo te llama una y otra vez,
y que en silencio mi alma en ocasiones te toca.
Fueron tantos días y tantas noches extrañándote
que nos faltó tiempo para darnos a entender.
Los mejores momentos de mi vida los pasé amándote,
y que me amaras, fue el mejor regalo que pudiera poseer.
A veces imagino escenas sin sentido que ya no tienen cabida,
y me gusta pensar que tenemos algo, pequeño pero nuestro.
Hoy día el sentido perfecto de mi vida,
es soñarte, pensarte, quererte, y guardármelo dentro.
Gritaría mil veces –te amo- pero es imposible,
y en un silencio vivo quisiera besarte.
Es ponerse a caminar por un pasaje invisible
donde ni la realidad ni el sueño llevan a ninguna parte.
Tengo tiempo para olvidarte, y sin embargo, no quiero;
el tiempo se acabó como siempre, indiferente.
Comienzo a recordarte y si te olvido me muero,
y me muero por soñarte, y me muero por tenerte.
y mientras se acaba el tiempo y creo que te he olvidado.
Comienzo a recordarte como a un amor nuevo,
que imagina en el futuro secuencias del pasado.
Sé que se duermen mis manos soñando tu piel,
y se estremecen mis labios imaginando tu boca.
Sé que mi cuerpo te llama una y otra vez,
y que en silencio mi alma en ocasiones te toca.
Fueron tantos días y tantas noches extrañándote
que nos faltó tiempo para darnos a entender.
Los mejores momentos de mi vida los pasé amándote,
y que me amaras, fue el mejor regalo que pudiera poseer.
A veces imagino escenas sin sentido que ya no tienen cabida,
y me gusta pensar que tenemos algo, pequeño pero nuestro.
Hoy día el sentido perfecto de mi vida,
es soñarte, pensarte, quererte, y guardármelo dentro.
Gritaría mil veces –te amo- pero es imposible,
y en un silencio vivo quisiera besarte.
Es ponerse a caminar por un pasaje invisible
donde ni la realidad ni el sueño llevan a ninguna parte.
Tengo tiempo para olvidarte, y sin embargo, no quiero;
el tiempo se acabó como siempre, indiferente.
Comienzo a recordarte y si te olvido me muero,
y me muero por soñarte, y me muero por tenerte.
4 comentarios:
Encantador escrito...
Justo en unos de mis momentos adecuados
Hola Andrea!
Sinceramente gracias por darme una de las posibles respuestas a mi pregunta, es tan cierto lo que dices.
Somos incapaces de ver ese haz de luz, o aún peor no tenemos el valor para buscarlo.
Mi ser vive en una dulce locura... que es tan cierto como el nombre de tu blog y lo que hay en el.
un beso
°liz
Poema de verano con sentimiento de otoño, donde los recuerdos se hacen más vivos ante la desnudez del paisaje ... y de nuestra alma.
Donde el aire mezcla olores y sensaciones que nos devuelven a un pasado reciente o lejano, mientras un escalofrío recorre nuestro cuerpo.
Algo tan hermoso como lo que has vivido nunca morirá, porque su huella indeleble está grabada en tu corazón... y en el suyo.
Un beso.
J.
Hay cosas que como bien dices, nunca mueren, porque no pueden, forman parte de nosotros.
Creo que es la primera vez que estoy totalmente de acuerdo contigo...(ya era hora también) :P
Lo que es cierto es que si antes, en algún momento, he pensado que para qué valía la pena vivir, quizá buscando un motivo que no llegaba o no veía.
Hoy puedo decir que solamente por esos recuerdos, por esas sensaciones que no se van, por cada momento, y por cada escalofrío que perdura...
Puedo decir que merece la pena vivir. Mereció la pena todo desde el primer momento y la sigue mereciendo.
Hay huellas que no hay nada en el mundo que pueda borrarlas, porque el sentimiento que se puso y que se pone, es imborrable, y perdura para siempre.
Un beso.
Andri
Publicar un comentario